23 mayo 2011

infierno (o verde verde verde)

porque siempre el verde termina salvándome
cuando ya no puedo
y camino entre sueños que maltratan
perpetuando grietas en mi conciencia
cuando se amalgaman los aires
y mi voz retumba
sin latidos.
las ideas deshacen mis ojos
y caigo, desolada
¿volver?
llorando,
por la condena,
por la memoria,
de mi propio infierno.

Como si al mirar partiera el imantado consciente,
las armas viles de una parte fría
de un estrecho sitio
chorrea, desborda, mancha y quema
estoy
hundida,
elevada,
en otras ramas
lejana.

Miráme.
Vos.
Desde acá.
Traéme.
Con vos.
Te lo pido, traéme.

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