si me desperté fue porque escuché que estabas en la cocina
me hice la tonta, acaricié de nuevo los pies contra la sábana un poco sucia y sonreí por estar
en el mejor espacio
tarareaba una canción muy mal y me escuchaste, me hiciste un chiste con la voz un poco inventada
entraba el sol por una fina linea vertical que la cortina no llegaba a cubrir
se iba y venía
el brillo opaco que rebotaba en las ropas y los libros
respiré con esas ganas de volver verdaderas las cosas
y exhalé entrecerrando los ojos
oliendo de pronto los panes quemados
escuchando tu voz que me llama porque el té, una vez más, se enfría.

¿Has visto cómo ruedan ensimismadas las descascaradas hojas del invierno?

entré con sonrisas de árboles enfriándome el rostro,
salpiqué los pies a un ritmo acompasado que mostraba mis falencias en el canto
había pocas cosas antes que el cielo replegado de nubes
estaba yo afiebrada de sueños, derramándolos frente al paisaje de casitas y cielo… 
me dijiste ¿cuándo va a empezar la vida?, temblando;

estuve perdiendo las ideas en papeles,
me permito hablar sola porque se 
dónde me encuentro y 
cómo me voy
de algo frenéticamente puro
que tiene polvo
está harto
y
nadie quiere.

dio un alarido gris gris tan húmedo, dónde he dejado aquello que antes me vestía como si rozando mi mano convertida en señorita me veían. esto me aparece y con frecuencia no la queremos dígale no lo queremos, es un día verde todavía y no he de dormir, no.
quisquillosa volví y la plaza estaba fea yo la quiero como cuando leo, no tiene gracia, engañada he sido y he vuelto a una casa que no es mía. a veces me olvido que me gustaba bailar porque siempre me mareaba si daba vueltas no lo sé, estaba chiquitita girando como una nube apurada con los ojos esféricos y he volado cerquita de un avión, esa tarde he volado cerquita.

empinó el lado interno del brazo derecho, casi mareadas las muñecas se batían en volteretas desnudas, daba giros fuera del tiempo en que sonaban las voces de una música alegre y estival, se tocaba el culo como sintiendo sus nalgas gigantes, no lo eran a ella le gustaban. a mi me gustaba pensar en algunas manos entrando suaves en el borde lisito de una cola redonda.

pude al menos agarrar el recuadro distorsionado de las cejas y los ojos y comer mirándolos en la tele.
creo que tuve el valor de rozar sus tobillos con mis pies de bailarina o sentí que las piernas cortas que movía hasta enredarlas en el trapo del suelo eran lejos y lejos me gustaban.
hice un croquis o dos croquis de la forma tan derecha en que caían los huesos de sus hombros o de cómo bajaba agachada y las tetas quietas paraditas en punta eran justas los doblé los doblé los doblé y los puse en el jean atrás sí atrás bien atrás

había sorbido de a lentas bocanadas el té medio azulado por la tacita de porcelana que siempre soñó con tener. no importa si los labios rozaban con fuerza el borde finísimo, era lo intacto en la pose de su mano, desatándose. las cejas arqueadas le cerraron los ojos, importa la chorreadura bordó en el frasco y la mermelada. hubo un ruido de madera mal puesta, dos pies entre las migas, varios gracias sin saber de dónde y para quién. no importa si moldeó el pensamiento que amablemente le fue dado, ama despacito ( muerde bastante) colecciona el amor agarrándolo con los ojos y vive en lo que de él se proyecta como el verdor más fresco, puro y verde otra vez.

porquerías

no pude abandonar mis ojos donde vos recto y limpio estabas
vibré junto a lo inaudito de tu boca, asesina
cambié de mano para secar una nariz fría en pleno verano

blancos redondeados pequeñitos ojos míos

sí, te dije que te oigo pero te estoy mirando tan duro que no sé si ha llegado a dolerte, no es tanto no, pero siento un burbujeo como de Coca Cola y ese no se termina, nos hincha nos llena nos mata, quizás
ganas me dan muchísimas de poder aminorarte y ver algo más tuyo, no lo he visto si lo hay perdón se me perdió
siempre estoy quieta cuando hablas y te miro por eso hablo después pero ya no te das cuenta que hay alguien con significados en el cuerpo que parlotea frases ridículas pero reales, eso es lo más real, lo sé, si no me lo ha dicho fue que las vi caer hojas marchitas tan divinas como una estrella punzante, me quieren y yo las quiero a ellas, las besaría tan fuerte
a veces estoy sola sola, siempre y jamas estoy sola porque de todo el tiempo casi nunca he advertido que lo estaba, siglo XXI, arriba debajo, pero a veces es que ¿pasa algo? siento que no y pienso o recuerdo no hay muchas cosas de las que me guste hablar
a pesar de todo no fue tan malo, lograste que martillara palabras estrambóticas venidas sin duda de algún geniecito loco y pude volver a crujir con las hojas al tiempo de ellas para intentar un cantito más creible, un cantito real o un canto al fin