usar un giro de la mano, la cadencia rítmica de los dedos (demasiada piel para unos pocos huesos flacos)
la intuición de una espiralada manera de existir -también son demasiados tus ojos-
despedirse de la noche era buscar lo oscuro de las cosas
y las puntas (otra vez) las hojas dejaban caer sus picos
una a una horadaban tu mundo ingenuo
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