No se arruina, accidental o no
querés desandar, a tientas, para quedarte -atrás y de nuevo-
no, se arruina así
verás que estás
en la planta verde que cuelga en tu ventana
y la acariciaré,
-quiero vivirte, planta-
yo me digo que soy,
esa planta verde
y tal vez quiera
o tal vez pueda
esmerarme
tiernamente
y andar
andaré, observando tus hojas
de planta verde
¿¡Qué más!?
Mirarte, planta, mirarte
Mirarte, planta, mirarte
hasta el imaginario extraño
en que se desplome -grácil y enfermizo-
tu verdor en mi frente blanca.
0 comentarios:
Publicar un comentario