dí con todo, y no con el periplo ahuecado,
me dí contra el viento y explotó ensimismado
torcí, enroscada para abrazarlo,
y lo miré, con recelo
reiteración
repetición
lo anhelé en mi búsqueda
por
aprisionarlo
todo
en la aureola,
encasillada
de mis brazos hambrientos.
encasillada
de mis brazos hambrientos.
te digo más,
o me dejo sentar,
estallándome de i m p r e c i s i o n e s,
con
cualquier arma, - insolente-
del redondel (que no puedo ver y creer)
pero sí, de mis pasitos en mi tierra, y no más.
0 comentarios:
Publicar un comentario