02 noviembre 2011

metida en paredes de madera, blandengues, mal pintadas de barniz; sin el sol pensó -descubrió- que a veces, alguien nos otorga -como un regalo de nadie- algo que no pertenece; aunque sólo venga a demostrarse en los colores que el viaje obtiene, al mirar hipnóticamente por la ventana.
algún dorado gesto, siempre la hace hablar -y callarse- y reír -tímidamente-

0 comentarios:

Publicar un comentario